Marian Pérez: resurgió tras salir de las filas del orteguismo

Esta joven nicaragüense refugiada en México tras el estallido social se comprometió con la lucha cívica y decidida a no sentirse fracasada se avocó a trabajar por los migrantes, siendo ella misma una desplazada forzada.

  • 10:23 pm
  • Abr 22, 2022
Marian Pérez
República 18

Marian Gabriela Pérez Guerra actualmente lucha por los derechos de los nicaragüenses y el resto de refugiados en México. En su día a día, le toca enfrentarse a casos muy complejos de migrantes que han dejado todo con la esperanza de nuevas oportunidades lejos de sus tierras.

El caso de los nicaragüenses no es distinto. La mayoría emigra por razones económicas, por la violencia y la persecución que desde 2018 ha conducido a que el desplazamiento forzado incremente

Cada vez que tiene la oportunidad de estar frente a un micrófono o a una cámara, Marian aprovecha para visibilizar la situación de los nicaragüenses en el exilio y de la crisis de derechos humanos que persiste en el país.

“No es una situación fácil. Muchas veces, la gente que está adentro, creen que emigrar es sencillo y hasta critican a quienes salen del país. Creen, a lo mejor, que es cómodo. Quienes migran dejan todo para empezar de nuevo”, señala Marian a República 18.

De la contabilidad a la Comunicación social

Marian Pérez relata que su primera opción fue estudiar contabilidad, pero que luego de dos años cursando la carrera, descubrió su pasión por la comunicación social. Fue en ese momento que decidió cambiarse de profesión en la Universidad Centroamericana (UCA).

Pérez Guerra considera su experiencia en la UCA como muy enriquecedora debido a la calidad de docentes que impartían la carrera hasta que logró graduarse en 2008.

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“Siempre me gustó, desde niña, ver los noticieros y me interesó perderle el miedo a hablar en público”, dijo Marian.

Esto le abrió puertas a participar en publicaciones como lo hizo en la Revista “La Ruta”, en la cual contaba historias de personas que atendían en pulperías y abordaba el tema de niñez.  

Del sandinismo a la disidencia

En 2010, Marian Pérez encontró una oportunidad laboral en el Ministerio de Gobernación (MIGOB), lo que en su inicio la comunicadora creyó significaría un crecimiento profesional, pero pronto llegó el desencanto.

“Me retiré en 2016 cuando ideológicamente y emocionalmente ya me era imposible seguir siendo parte de esa estructura. Me tomé un año para sanar y creamos junto a mi esposo el proyecto de un canal de YouTube analizando la situación con un poco de sátira”, relata Pérez Guerra.

La comunicadora considera que es complejo que la gente que nunca ha estado en las estructuras del Frente Sandinista comprenda el por qué es tan difícil salir.

“Es una especie de secta donde hay un lavado de cerebro impresionante. Es por eso que es importante no creer que lo que tenemos en nuestros países es lo mejor o lo peor. Mi salud física y mental iba decayendo y hubo un quiebre”, comenta.

Marian Pérez señala que fue difícil comprender que era parte de un partido político que pregonaba valores con los que no era coherentes en la práctica.

Marian Pérez laboró en el Ministerio de Gobernación hasta 2016. Foto: República 18.

Además, confiesa que se cerca vio como la pareja presidencial actúa como una monarquía, lo que se demuestra en el maltrato a los funcionarios públicos.

“Rosario Murillo ofendía a su gabinete, eso me dolía mucho y me parecía inaudito, por el gran miedo que había ante ella. Eso no me parecía normal”, dijo.

Por esta razón, señala que es un proceso salirse de las estructuras partidarias del FSLN. Además, destaca que desde antes de 2018, ella observaba cierta apatía de los funcionarios públicos hacia la figura de la vicepresidente y primera dama, Rosario Murillo.

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El 2017 fue el año de sanación para Marian Pérez

Para lograr salir de la afectación emocional provocada durante su desempeño como trabajadora publica, Marian acudió a un especialista buscando apoyo para superar sus problemas de salud mental.

Los problemas de Marian se originaron cuando se percató que el FSLN intentaba lavar cerebros e inmiscuirse en asuntos personales de sus miembros.

“Los que están adentro están sometidos a un régimen de miedo, terror y de no sentirse con una salida visible. Son más los que están por miedo que los que creen en ese proyecto. Abunda gente con terror”, señaló.

El 2017 fue el año de la transición para Marian, mismo que le sirvió para replantearse los nuevos horizontes de su carrera y de la forma en la que continuaría ejerciéndola.

Fue así como llegó como voluntaria a una embajada en Nicaragua y en ese momento ocurrió el estallido social que dio paso a la respuesta violenta del régimen de Ortega.

“Mi trabajo en la embajada era hacer análisis y justamente hablábamos de estas explosiones sociales que estaban ahí, pero que no creíamos que iban a ser tan pronto y tan crueles”, dijo.

Su primera participación en las movilizaciones ciudadanas

Marian Pérez recuerda que junto a su esposo, con quien había iniciado un Canal de Youtube, se involucraron desde el primer día en las protestas que estallaron en abril de 2018.

El 18 de abril de 2018 se dirigieron a la UCA, donde fueron víctimas de una “lluvia de piedras” por parte de las turbas del FSLN.

“De ahí, subí mi compromiso y mis ganas de cambiar esa realidad. Fue muy gradual ese compromiso”, dijo.

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Marian recuerda que en proceso de organizarse con otros comunicadores para informar, sufrió mucho, puesto que algunos cayeron en prisión.

“Por esa razón, el canal de Youtube Paranoicos Sanos, dejó de hacer programas y nos convertimos en una plataforma para madres que buscaban a sus hijos. En agosto se tuvo que cerrar el canal por amenazas, debido a mi antecedente de haber sido parte del Ministerio de Gobernación”, cuenta Marian quien añade que se vio en la obligación de desmontar todo el estudio de producción.

“Nunca pensé que debía cambiar la forma en la que iba a trabajar. Nunca me vi yendo a las universidades a dejar agua”, añadió.

Marian Pérez
Marian Pérez continúa trabajando por los nicaraguenses en el exterior en programas de inserción social. Foto: Cortesía.

“Septiembre”, mes de la partida de Marian Pérez

Las noches eran tensas, cualquier ruido que se escuchaba, por muy pequeño que fuera, despertaba a Marian y su esposo. Las conversaciones también tenían el “tinte” gris provocado por la preocupación y el evidente temor de ser apresados por su participación en las protestas y su antecedente en el gobierno.

De esta forma, tomó la decisión de partir junto a su esposo y empezar de nuevo.

“En septiembre tomamos la decisión de irnos. Cruzamos la frontera a Honduras y luego, llegamos a México. Llegué pesando 49 kilos y siendo un manojo de nervios”, recuerda.

Luego de la salida forzada, la salud de Marian empezó a decaer. “No era vida”, recuerda.

A su llegada a México, lo primero que hizo fue dormir casi por dos semanas y luego hizo su solicitud de refugio en este país.

“Desplazarse de una forma forzada cambia visiones, de la forma en cómo se ve la vida. Me resistía a verme como un fracaso, como un número o como una estadística. Por eso, busqué como educarme y actualizarme en conocimientos. En cada uno de los foros hablaba de la situación de Nicaragua”, señala.

Su trabajo por los migrantes

Actualmente, Marian Pérez continúa su lucha y resistencia cívica a través de una organización de la sociedad civil cuyo enfoque es el trabajo con personas que han sufrido desplazamiento forzado.

Su trabajo es acompañar a estas personas por medio de actividades culturales y de procesos de integración participativa en la sociedad.

“Aprendí que para hacer la paz, no solo es con las personas que me llevo bien, sino con algunas que nos caen mal, que nos quisieron hacer un mal. Es ahí donde construimos la paz”, comentó.

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Marian Gabriela Pérez y su trabajo en la casa del refugiado en México. Foto/Cortesía.

Marian Pérez confía en que a través de estos esfuerzos, se logrará algún día crear una conciencia de la importancia de la paz y la libertad, para el cumplimiento de los derechos humanos.

“La libertad es un compromiso para el cumplimiento de los derechos del otro. Cuando comprendamos eso, vamos a tener un nivel más avanzado dando cabida a la no repetición”.

A la vez, actualmente insta a respetar a los funcionarios públicos que no han podido “resucitar” de las filas del FSLN, organización que describe como sectaria.

“Hay que respetar los miedos de los demás y dejar de criticar lo que está haciendo el otro mientras estas cómodo analizando a través de las redes sociales. Criticar como una persona lucha por sobrevivir es igual de repugnante que ver a un sapo atacando a un opositor. Todos somos nicaragüenses”, señaló.

En 2021 durante un evento conmemorativo del Día Mundial del Refugiado, Marian Pérez dijo que elige ver su condición de refugiada como pasajera. “Esa condición no demerita mi condición de ser humano y de mujer. Nací en Nicaragua, un país hermoso, de gente buena pero sacudido por gobernantes crueles que han hecho de la injusticia ley”.

Marian también alentó a cientos de miles de nicaragüenses que se han visto obligadas a dejar el páis, a no dejar la lucha por conquistar la libertad de las y los presos políticos, y la libertad de aquellos y aquellas que se encuentran en país por cárcel. “Sigue siendo sonoro el grito de abril: en el que rechazamos una patria libre o morir y anhelamos una ¡patria libre para vivir!”.