Migración en Nicaragua: tragedias y desesperación
Cinco nicaragüenses muertos en una semana y ocho en manos de carteles que piden dinero a cambio de sus vidas. Ese es el panorama que se vive con el incremento de los flujos migratorios

Este miércoles 16 de marzo, arribaron a Nicaragua los restos de la migrante nicaragüense, Clorinda Alarcón Urbina, de 20 años, quien falleció en búsqueda del “sueño americano”.
Alarcón, quien se encontraba embarazada, perdió la vida luego de pasar horas en hacinación, tras ser abandonada en un furgón, junto a otros 60 migrantes en México.
Alarcón, habitante de la Comunidad el Hormiguero, del municipio de Siuna, originaria de Waslala, Caribe Norte, es una de las miles de nicaragüenses que buscan salir del país centroamericano debido a la crisis sociopolítica y la falta de oportunidades.
“El domingo 06 de marzo a las 9 de la mañana recibí la llamada de su esposo, Pedro Manzanares, me dijo que mi hermana había muerto”, dijo Cenia Alarcón, progenitora de Clorinda, al medio de comunicación 100% Noticias.
“El viernes 4 de marzo a eso de las 4 de la tarde, ella me llamó y me dijo que iba bien, que todo iba bien, que ella iba tranquila que no se había enfermado en el camino y que todo le iba saliendo bien y que en unas horas iban a salir de un lugar donde estaban para continuar adelante, me dijo que cuando llegara ella me iba a llamar, estamos en contacto me dijo”, añadió Cenia.
En esa misma semana se reportaron dos muertes más. Una niña de 4 años se le soltó a su madre cuando cruzaban el río Bravo. Fue arrastrada. El cuerpo de la menor fue hallado sin vida días después. Angelica Mendoza, su madre, estaba inconsolable. “Llegué aquí (Estados Unidos) pero perdí lo más valioso, perdí a mi hija”, dijo a una estación local en ese país.
También se supo de la muerte de la joven Neyling Rizo Gutiérrez de 26 años. El miércoles 09 de marzo, pereció ahogada en las aguas del Río Bravo, igual que la niña de cuatro años. El Instituto Nacional de Migración de México (INM) reportó el rescate de su cuerpo. “Parece mentira lo que ha pasado”, dijo a un canal local en Estelí, la mamá de Rizo Gutiérrez.
Migración en Nicaragua tras recrudecimiento de la violencia estatal
Según datos de Diálogo Interamericano, en 2021 el 2% de la población nicaragüense migró. Unos 100,000 nicaragüenses se fueron de su país, en su mayoría, hacia Estados Unidos, seguido de Costa Rica, y España.
Según la Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Nicaragua muestra un incremento en la migración a partir de 2018, año en que inició la crisis sociopolítica.
Luego de varios años reduciendo la migración, Nicaragua pasó de 1,232 solicitudes de refugio en 2015, a 32,265 en 2018, para pasar a 67,150 en 2019.
El 15 de enero de 2022, salió de San Pedro Sula, Honduras, la primera caravana de migrantes, en la que varios nicaragüenses, conformados en grupos de hasta 16 personas, buscaban el “sueño americano”.

Los migrantes aseguraron a las agencias internacionales que el principal motivo era el desempleo, la inseguridad. En el caso de Nicaragua las repercusiones de tres años de crisis sociopolítica y profundización de la represión.
Los nicaragüenses coincidieron en que salieron huyendo de su país porque no soportan la situación derivada por el régimen que presiden Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo.
Para la activista de derechos humanos Haydee Castillo es alarmante la cantidad de nicaragüenses que quieren dejar el país agobiados por la falta de empleo, los altos costos de la vida y la represión del régimen. “Hay mucha desesperanza en las familias y cada vez son más los que quieren irse”, señala.
En el año 2021, el Servicio de Aduana y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) reportó que, de enero a diciembre de ese año, fueron detenidos más de 87 mil 500 nicaragüenses intentando ingresar de forma ilegal a ese país por la frontera con México.
Castillo dice que hay un alto nivel desesperación de las familias nicaragüenses por encontrar oportunidades que su país de origen no les está ofreciendo. “Está claro que ya no pueden sobrevivir en Nicaragua y están apostándolo todo, hasta la vida por huir”, señala.
Agrega que las tragedias, secuestros y muertes, no llegan solas. “Hemos sabido de familias que venden o hipotecan lo poco que tienen para emprender un viaje que no es seguro”.
Migración en Nicaragua se acentúa pero no es un fenómeno reciente
El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas, considera que la migración en la región latinoamericana no es un fenómeno nuevo.
“Desde épocas remotas, el ser humano emigra por factores políticos, económicos, sociales y ambientales, entre muchas otras causas. Aunque en la actualidad, el desarrollo de las tecnologías y las comunicaciones haría suponer la paulatina desaparición de las fronteras en un mundo cada vez más interconectado, la realidad suele ser, a veces, muy diferente”, señala en un reciente estudio.
Fuga de “cerebros” debido a persecución política
Por su parte, la organización PEN Internacional, destaca que los acontecimientos políticos ocurridos en Nicaragua durante el año 2018, particularmente la violencia gubernamental ejercida contra ciertos sectores, dio origen a flujos migratorios de personas con un perfil educativo más alto, provocando un “escape de conocimientos”
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PEN destaca que el principio de un mayor flujo migratorio en Nicaragua, fue el anuncio del proyecto de la construcción del canal interoceánico. Segú la organización, esto reactivó las disputas por las tierras ubicadas a lo largo de la ruta del megaproyecto. En ese sentido, señala que el Parlamento aprobó una legislación que da amplios poderes de expropiación y concesión al Ejecutivo.
“Además, el Gobierno nicaragüense no reconoce una situación de desplazamiento forzado interno, pese a que esa disputa generó presión y se constituye como un factor de expulsión de población campesina, indígena y afro descendiente que, como parte de un total de 119.298 personas que habitan en un total de 13 municipios, serían desplazadas forzadamente”, señala PEN.
Además, destaca que líderes comunitarios de oposición al Gobierno han sido detenidos y sometidos a procesos judiciales, acusados de promover la desestabilización política.
“A partir de abril de 2018, tras la participación del movimiento campesino en las protestas contra el Gobierno, se incrementó la persecución contra sus líderes, que fueron encarcelados, mientras que otros huyeron y solicitaron refugio en Costa Rica”, señala.