Violeta Granera y su lucha por un cambio en la política

Granera creyó siempre que el cambio debe ser generacional. “Cuando mi mamá esté libre, va a continuar siendo un agente de cambio”, dice su hijo Julio Sandino Granera.

  • 3:05 pm
  • Feb 22, 2022
República 18

El Mecanismo para el reconocimiento de personas presas políticas, contabiliza 16 personas detenidas desde 2018, del total de 170 reos de conciencia. Violeta Mercedes Granera es una de las personas presas políticas que el régimen de Daniel Ortega mantiene en las celdas nicaragüenses y se enfrenta a graves problemas de salud, entre estos, la pérdida de su dentadura.

“Las celdas son empernadas y las personas no tienen comunicación con el exterior. Están en un régimen de aislamiento el cual se extiende a las visitas familiares que son menos frecuentes y por medio de un teléfono a través de un vidrio, sin contacto físico ni privacidad en las conversaciones”, señala un reciente informe.

El 9 de junio de 2021, en el contexto de una ola de capturas a opositores, la Policía Nacional secuestró a Granera y agentes policiales la abofetearon durante el operativo.

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Granera, quien es socióloga y excandidata a la vicepresidencia, tiene 69 años de edad y atravesó por varias etapas de la historia reciente que marcaron su vida, entre estas, el asesinato de su padre, Ramiro Granera en 1978.

Julio Sandino Granera, hijo de Violeta Granera, consideró en esta entrevista a República 18, que su madre es “su tayacana” y la califica como una persona impecable.

¿Cómo recordás a doña Violeta Granera, tu mamá?

Mi infancia fue bien particular porque somos parte de las familias que crecieron en el exilio. Siempre recuerdo que andábamos en congregaciones de nicaragüenses en Guatemala, siempre había gente en mi casa que iban para el norte y había organizaciones de amigas de mi mamá para enviar alimentos a Nicaragua en los 80. Ella siempre estuvo en esas actividades para apoyar a Nicaragua.

Violeta Granera, en sus últimas apariciones públicas, en el Ministerio Público, acompañando a la aspirante presidencial Cristiana Chamorro. Foto: República 18

Luego regresamos en 1991, yo tenía 13 años y ella continuó esa lucha desde la Asociación Pro Nicaragüense de Derechos Humanos (ANPDH)

En 1978, la guerrilla sandinista asesinó al papá de doña Violeta Granera, don Ramiro Granera, quien fue senador en la década de los 70, durante la dictadura de Anastasio Somoza Debayle. ¿Qué significó esto para ella?

Sin duda alguna, cualquier tipo de pérdida de un ser querido de esa forma, marca. Para mi mamá fue doloroso porque ella no estaba en el país, mi padre estaba con un doctorado también en el exterior y cuando llegaron a Nicaragua, él ya había fallecido.

Ella me comentó una vez que siempre rezaba bastante en la oficina donde fue asesinado para tener algún tipo de despido. Estoy especulando, pero creo que de ahí viene parte de la necesidad de ella de cambiar al país y ese deseo de que no se repitieran ese tipo de hechos.

Creo que mi mamá siempre ha tenido una visión bien clara de las cosas que están pasando y sin duda alguna, el asesinato de su padre fue uno de los detonantes para tratar de tener una Nicaragua que todos tenemos.

Una semana antes pasó visitándonos y estaban los problemas entre la Coalición Nacional y el partido Ciudadanos por la Libertad. Mi mamá estuvo bastante angustiada porque ella siempre creyó que la lucha era cívica, a través de las elecciones y a través de un mismo vehículo.

Cuando se dio la ruptura, yo le comenté que era mejor que se quedara, porque eso se estaba complicando. Ella me dijo que no, que no podía abandonar a su pueblo, porque había gente presa. Mi mamá siempre tiene esa lucha arraigada en su corazón y nunca ha medido las consecuencias porque está convencida que es una lucha legítima.

¿Qué se sabe hasta el momento del juicio contra doña Violeta y otros siete disidentes?

Sinceramente no conocemos nada, es un juicio cerrado y mientras no se tenga una resolución final, no podría opinar. Todos sabemos cuáles son los motivos y ya sabemos cuáles serán los resultados. Vamos a ver qué pasa y confiamos en Dios.

Julio Sandino explicó que las divisiones en la oposición en 2021 afectaron mucho a su madre, Violeta Granera. Foto: República 18.

¿Qué le dirías a tu mamá en este momento si pudieras verla cara a cara?

Le diría que estoy orgulloso de ella y ella lo sabe. Ella sabe que es mi tayacana y la verdad es que mi admiración no es solo por ser mi madre. Es la mujer número uno en mi vida, siempre me ha dado lecciones de vida, siempre supo separar las buenas de las malas decisiones.

Ella es una persona impecable, como todos, puede cometer errores, pero sin duda alguna, ha marcado mi vida. La tengo como referencia en mi vida.

¿Considerás que doña Violeta Granera continuará con su lucha una vez sea puesta en libertad?

Sin duda alguna. Mi mamá, a pesar de ser una presa política, ella nunca fue partícipe de la política directamente. Siempre trabajó con organizaciones que impulsan el cambio en la sociedad y todo el mundo sabe que tenía propuestas como candidata a la vicepresidencia en 2016 y tuvo ofertas para seguir en la política, pero nunca quiso.

Ella creyó siempre que el cambio debe ser generacional, cambiando la política.

Sin duda estoy seguro de que cuando mi mamá esté libre, va a continuar siendo un agente de cambio, para que la sociedad cambie su forma de pensar y para que nos demos cuenta que todos tenemos un rol muy importante, por lo que depende de todos un cambio.

¿Cómo avanza la situación de salud de doña Violeta?

La dentadura es uno de los problemas. Ella perdió muelas, impidiéndole tener buena alimentación. Vamos para los nueve meses del secuestro de mi mamá y ya tenemos un fallecimiento de una persona por esas condiciones.

Estamos alegres de que el Ministerio Público haya enviado a sus casas a tres presos, por las condiciones.

Todos los familiares estamos solicitando que se vea como una necesidad humanitaria la liberación de presos. Esto inició como una acción política, pero ya estamos ante una situación humanitaria.

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No concibo como un gobierno puede tener detenidas a unas personas en un deterioro como el que vemos. Lo único que estamos pidiendo es que se cumplan las leyes.

¿Cuál sería tu mensaje para las próximas generaciones que puedan estar leyendo esto?

Como una persona que nació en 1979, me gustaría que siempre se recuerde que se debe cambiar la cultura del caudillo y comprender que la política afecta a todos. Me gustaría que comprendiéramos que la salvación de un país no está en una persona y que nos quitemos la necesidad de un caudillo o un mesías.

Debemos ser factores de cambio en todos los aspectos, desde como actuamos, pensamos y respetamos a los demás, teniendo una mayor apertura a tener personas críticas.

Me gustaría que aprendiéramos de todas estas lecciones. Tenemos que recordar, porque por ejemplo, los judíos no olvidan el holocausto, pero en Nicaragua, lamentablemente, las cosas se olvidan.

Pero no debemos olvidar que hay gente que murió hace tres años con la idea de tener un nuevo país, que hay gente que murió en los ochenta y desde antes de 1979.

Lo importante es que no podemos olvidar que una vida se apagó por una causa noble, que creyó en algo que era del bienestar para los demás.

Entrevista de Julio Sandino Granera, hijo de Violeta Granera.