El “luto eterno” de los exiliados

Más de 100 mil nicaragüenses se ha visto obligados al exilio, los cuales se han enfrentado a la depresión y a la soledad, pero pocos han sido los que han buscado alternativas para superarlo.

  • 12:29 am
  • Abr 29, 2021
República 18

Después de la persecución que emprendió la dictadura de Daniel Ortega contra los universitarios, ciudadanos y campesinos que salieron a las calles a exigir su salida; más de 100 mil nicaragüenses en 2018, tomaron la dura decisión del exilio para conservar su vida y la de sus familiares; a casi tres años de este difícil proceso, aún lloran y extrañan su tierra a la cual esperan volver pronto para ayudar en su reestructuración democrática.

El psicólogo, expreso político y exiliado Roger Martínez resaltó que dicho proceso golpea fuertemente la estabilidad emocional de la persona, pues tienen que iniciar de cero con su vida; a lo cual tilda como una “despersonalización” porque pierden su identidad.

“… el individuo se llega a preguntar incluso quién soy. Entonces, partamos de ahí, de una pérdida de la identidad, una pérdida de su personalidad es una despersonalización completa que lo podría llevar a estados depresivos, a estados ansiosos, insomnio y sinnúmero de estados y consecuencias tanto físicas como psicológicas de este exilio”.

El vacío generado tras el exilio

Para Martínez, las víctimas del Estado (ya sea que hayan sido presos políticos, torturados o hayan sufrido cualquier acción criminal o violenta por parte de los grupos armados de la pareja presidencial) sufren más este proceso por los traumas que dicho episodio les causó.

El especialista destacó que los exiliados no solo viven el proceso de despersonalización; también se tiene que enfrentar a un “luto eterno” porque es un duelo que se genera al perder el “suelo bajo los pies”; lo que él compara como una madre o un cielo que les cobija en su patria.

“Siempre hay un vacío, siempre hay una sensación de haber perdido algo. El exiliado tenía una rutina (…) eso le hace sentir más todavía el proceso de la pérdida, el proceso del duelo y le va a llevar de una etapa a otra avanzando, retrocediendo. Es normal porque el proceso no es lineal; podés estar oscilando de una etapa a otra del duelo”.  

Ante esta situación les recomienda interactuar con nuevas personas, a buscar un trabajo o realizar diferentes actividades que le hagan salir de ese estado de ánimo.

De igual manera, hay otra orientación y es soltar a “Nicaragua”, la cual es una decisión que muchos no quieren hacer, pero que la terminan aceptando. Este proceso se trata de dejar al país y agarrar a la nueva nación donde se encuentran para lograr avanzar o crecer.

Martínez recomienda “soltar Nicaragua”

“Soltar a Nicaragua. Esa es la recomendación más grande. Agarra el lugar donde estás… sino haces nada donde estás te vas a sentir doblemente fracasado, porque de una u otra forma el individuo se siente fracasado por haber tenido que salir de esa manera”, explica Martínez.

“Al no soltar a Nicaragua obviamente no le permite desarrollarse en el lugar donde está (…) únicamente se va a lograr en el momento que se pongan los pies sobre la nueva tierra y decir que mientras estoy aquí; aquí voy a superarme, aquí voy a salir adelante”.

El método que recomienda el especialista de “soltar a Nicaragua” no se trata de olvidar de la dura realidad del país; sino en no seguir empeñado a como el principio (cuando salió de Nicaragua) de creer que iban a retornar en un par de meses y ahora están a las puertas de cumplir tres años fuera de su tierra.

Enfatizó que deben de priorizar desconectarse un poco y dejar de darle vueltas al asunto porque en el país donde se han exiliado tienen responsabilidades como pagar una vivienda, comprar alimentos o vestimenta.

Padres deben ser responsables emocionalmente

En el caso de los que tuvieron que salir con sus hijos, ya sean menores o adolescentes, les recomienda ser “responsables emocionalmente”, que no es malo que vivan su proceso, pero cuando tengan días malos busquen la manera de levantarse porque los hijos deben de ser la motivación para seguir.

“Entonces, ellos (los niños) nos dan esa lección de vivir el hoy, de vivir el momento de estar en el presente porque es lo único que tenemos. Lo que se vivió ayer ya no está y lo que se va a vivir mañana no ha venido todavía; yo invito a los padres a que vean a sus hijos como viven el día a día, como se han ido adaptando a su entorno, como han ido haciendo amigos (…) es gracioso, pero es lamentable que los padres no se están dando esa oportunidad. Yo entiendo su situación, pero sus hijos les dan esa fuerza”.

Esas son algunas de las recomendaciones y orientaciones que Martínez comparte con sus pacientes, de los cuales (muchos de ellos) son personas que se han tenido que exiliar por la crisis sociopolítica iniciada en abril de 2018.

Según la Dirección General de Migración y Extranjería de Costa Rica, al 2020 habían recibido unas 65,000 solicitudes de refugio de nicaragüenses que salieron de manera forzada de su país por la crisis sociopolítica. Aunque extraoficialmente se estima que la cifra ronda los 90,000 exiliados.