Corredor seco de Nicaragua a cuenta gotas, escasez hídrica afecta gravemente a este territorio

El Corredor Seco de Nicaragua es una de las regiones más amenazadas por los efectos del cambio climático. La escasez hídrica afecta ya gravemente a las familias que dependen de la agricultura de subsistencia

  • 8:49 pm
  • Mar 23, 2021
República 18

El agua es el fundamento de la vida y un derecho humano reconocido por Naciones Unidas desde 2010. Sin embargo, casi una sexta parte de la población mundial no tiene acceso a agua potable. Al ritmo actual estamos muy lejos de poder alcanzar el objetivo del acceso universal al agua en 2030, incluido en la Agenda de Desarrollo Sostenible.

En Nicaragua las actividades económicas como el monocultivo, las industrias y las actividades extractivas compiten con el abastecimiento para el consumo humano y saneamiento de los grupos poblacionales. Además, el recurso hídrico tiene una participación importante en la matriz de generación eléctrica con una capacidad instalada de 10% de generación por hidroeléctrica.

El 70% de los pozos excavados a mano, presentan situaciones críticas de agua en el corredor seco.

De acuerdo al Centro Humboldt el incremento de la demanda por el sector primario, la industria y el consumo humano, sumado a los aspectos adversos al cambio climático han mermado la disponibilidad de agua en el país.

El Corredor Seco de Nicaragua es una de las regiones más amenazadas de Centroamérica por los efectos del cambio climático. La escasez hídrica afecta ya gravemente a un territorio en el que la mayor parte de las familias dependen de la agricultura de subsistencia y 3 de cada 4 personas viven en la pobreza.

Un monitoreo realizado por Humboldt en comunidades del Corredor Seco, indica que a marzo de 2020 el 70% de los pozos excavados a mano, presentan situaciones críticas de agua, en su mayoría totalmente secos, de igual forma todas las fuentes de agua superficiales como ríos y quebradas.

Gestión del recurso hídrico no es prioridad para el Estado de Nicaragua

Los escasos recursos financieros asignados para la gestión pública del ambiente, especialmente del agua no alcanza siquiera el 1% del Presupuesto General de la República, “esto da una idea del nivel de prioridad que se le asigna desde la gestión pública a la gestión del recurso hídrico”, expresó el director de Centro Humboldt, Víctor Campos.

Campos, además destacó que se suma un marco normativo debilitado con la reforma de la Ley 620 que evidencia la voluntad de avanzar hacia la privatización del agua, abriendo la entrada a la empresa privada en el tema de captura, almacenamiento y distribución del agua para consumo humano y también se abre la posibilidad de la intervención de organismos privados en el saneamiento, “lo que confirma la tendencia de un carácter privatizador de la reforma”.

La reforma de la Ley 620 que evidencia la voluntad de avanzar hacia la privatización del agua.

De igual manera, “la flexibilización del Sistema de Evaluación Ambiental (SEA); ha contribuido al deterioro del recurso de la calidad y la cantidad en una buena parte del territorio nacional. A pesar de que el Estado de Nicaragua ha ratificado acuerdos internacionales como el de Minamata, que mandata la erradicación del mercurio, esta sigue siendo una de las principales fuentes de contaminación, por la proliferación y el aumento de la pequeña minería”, expresó el director de Centro Humboldt.

Campos demandó el cumplimiento del acuerdo de Minamata, pues dijo, el mercurio no debería ser una sustancia que circula por sedimentos y aguas. Hasta ahora han detectado el uso del mercurio en al menos un tercio de municipios del país donde hay actividades de pequeña minería.

 

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