Desapariciones forzadas o secuestro de niñas y mujeres práctica frecuente en Nicaragua
La RMCV señala que esta situación de violencia se vuelve más preocupante y alarmante cuando las instituciones del Estado son cómplices por una actitud indiferente, indolente o ausente en mucho de los casos.
La última mujer reportada como desaparecida es Lily Jahel López, de 21 años y originaria de Matagalpa. El 23 de febrero por la tarde salió a realizar unas diligencias y desde entonces no se ha tenido noticia alguna de su paradero.
En declaraciones a la plataforma NC Noticias, la mamá de la joven, doña Leira Montenegro confirmó que su hija salió hacia el Registro de la Propiedad en la ciudad de Matagalpa, pero al pasar el tiempo y no estar de vuelta a la casa empezó a preocuparse.
“Llame a su teléfono celular, repicaba, pero no contestaba, luego de insistir sólo salía el buzón de voz (…) Ya la hemos reportado a las autoridades policiales, quiénes ya han levantado la denuncia y quienes serán los encargados de investigar y determinar las causas de la desaparición de mi hija, yo le pido a Dios y la virgencita de Guadalupe, que me hagan el milagro de que ella pueda volver sana y estable a casa”, dice la madre de la joven.
Expresión de violencia machista para infundir miedo
De acuerdo a la Red de Mujeres Contra la Violencia (RMCV), se reportan en promedio por día hasta dos mujeres, niñas y adolescentes desaparecidas, lo que representa una expresión más de la violencia machista como estrategia para infundir miedo o terror en la ciudadanía, principalmente en las mujeres y niñas que están siendo más afectadas.
Maricé Mejía, enlace de la RMCV, señala que las desapariciones se han convertido en un práctica y delito más frecuente, preocupante y alarmante porque es producto también de la crisis sociopolítica en que se encuentra el país.
“La crisis del deterioro de los derechos humanos han incrementado lo niveles de inseguridad e impunidad en el país, por esto mismo se han incrementado los femicidios y las desapariciones forzadas”.
Mejía expresó a República 18 que esta situación de violencia se vuelve más preocupante y alarmante cuando las instituciones del Estado son cómplices por una actitud indiferente, indolente o ausente en mucho de los casos.
“Ni siquiera hemos tenido una postura real de la institución policial con una alarma o con un portal donde se visibilice esta problemática de las desapariciones forzadas”, dice Mejía.
La Red de Mujeres contra la Violencia hace un llamado a la acción comunitaria, al apoyo de las familias, de vecinos, de amigos para que sigan denunciando los casos de desapariciones de mujeres y niñas.
“Las redes sociales se han vuelto una herramienta aliada para compartir información y esto ha ayudado un poco porque muchas de las niñas, adolescentes y mujeres adultas que han desaparecido las han encontrado sanas y salvas. Esto es una alerta para los agresores y femicidas que siguen cometiendo estos crímenes para que se paren o tengan miedo”.
El llamado también de la RMCV es que se construyan planes de seguridad personal y familiar, donde se ponga en el centro a niñas, adolescentes y mujeres que corren el riesgo de ser víctimas de estas desapariciones forzadas.
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