Obispo Álvarez: “Auténtica unidad se construye con el consenso honesto y transparente”

Los obispos Silvio Báez y Rolando Álvarez, durante las homilías de este domingo desde la iglesia Santa Agatha en Miami y la iglesia catedral San Pedro Apóstol en Matagalpa, respectivamente, reflexionaron sobre la verdad y la mentira como fundamentos para la unidad y el bien común.

Monseñor Álvarez recordó que en Nicaragua se vive una batalla espiritual, que la obra de Satanás es la división y el engaño o la mentira, de ahí que toda palabra u acción que divida, que introduzca intrigas, ofensas y descalificaciones, nunca procede de Dios.

“Hemos de decir sobre la mentira o el engaño, en base a lo cual es imposible construir el consenso. Y cualquier auténtica unidad sólo se construye en el consenso franco, sincero, abierto, honesto y transparente”.

Unidad sin artimañas, ni protagonismos

Para el obispo de la Diócesis de Matagalpa la unidad es donde “cada uno presenta sus ideas, no como imposición o en búsqueda de notoriedad y protagonismos, sino como una propuesta y una ofrenda a los demás; ahí donde en la mesa no se coloquen o se jueguen artimañas para obtener curules, puestos, cargos o cuotas de poder, allí donde se sea capaz de renunciar incluso a algunas ideas, por el bien común”.

Monseñor Álvarez insistió en que la unidad debe visualizarse entre todos los nicaragüenses, de tal manera que, aunque haya algunas voces disonantes, “un día podamos ser la gran familia nicaragüense, dónde nos sentemos todos, sin exclusión ni exclusividades, a la mesa común, y en donde el lugar central lo tengan siempre los más pobres”.

Obispo Báez: “necesitamos nuevos discursos, sin odios ni mentiras”

El obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio José Báez, también urgió hablar con la verdad, con respeto y libres de egoísmos y ambiciones.

“En nuestra sociedad necesitamos discursos nuevos, sin odios ni mentiras, que se distingan no tanto por su contenido teórico o su elegancia retórica, sino porque brotan de la compasión y de la solidaridad”, dijo Monseñor Báez.

Báez, expresó que hacen falta líderes liberados de egoísmos, ambiciones y burocracias, que sientan el dolor de la gente y sepan escuchar. “Urgen líderes que hablen al pueblo con la verdad, con afecto y con respeto y que con sus palabras generen esperanza”, enfatizó.

El obispo Auxiliar agregó que urgen líderes “que no solo hablen, sino que vivan dedicados a trabajar por el bien común de la sociedad sin egoísmos ni ambiciones personales”.

Para Monseñor Báez de nada sirven los discursos que cautivan por su retórica y su lenguaje rebuscado si no van acompañados por el testimonio de una vida transparente, honesta y comprometida por el bien de los demás. A esto agregó que es fácil detectar los discursos “que nacen de la ambición de poder. Son usualmente discursos de odio que descalifican y ofenden, intentan imponer la propia voluntad, pretenden controlar a las personas y engañan para someter”.

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