Otis Lam, el patriarca de la Moskitia y su legado tras su reciente muerte
El Anciano Mayor Otis Lam Hopington, falleció a los 99 años el recién pasado 22 de noviembre en Bilwi. Su principal sueño era recuperar “los derechos usurpados por el Estado de Nicaragua”

Cómo el gran patriarca de la Moskitia así recuerdan los pueblos indígenas de la Costa Caribe de Nicaragua al Anciano Mayor, Otis Lam Hopington, quien a los 99 años falleció en su casa en Bilwi, el recién pasado 22 de noviembre. Su lucha por los territorios indígenas todavía anida una esperanza en el corazón de su gente.
Lam es recordado por su incansable labor en la defensa del territorio y la libre determinación de los Pueblos Indígenas. En 2007, recién llegado Daniel Ortega a la presidencia, el Anciano Mayor envió una carta recordándole que en la segunda Convención de la Moskitia no se honraron los compromisos internacionales; es decir, que el Gobierno de Nicaragua restauró la antigua Moskitia a través de la disolución de los compromisos de la primera convención, lo que significaba que recuperaron su ciudadanía como nación no conquistada, colonizada u ocupada. Este proceso significaba la ruptura del tratado de anexión.
Con esta y varias acciones fue creando una marca imborrable en su gente. En los años de la guerra en Nicaragua Lam mostró gran valor, astucia y amor a su pueblo perseguido por el Ejército Popular Sandinista. El miskito y amigo cercado de Lam, Carlos Hendy, resaltó que cuando los miskitos eran perseguidos por el Ejército Sandinista el Anciano Mayor se encargaba de buscarlos en la montaña, llevarles comida, ropa y los ayudaba a cruzar a Honduras.
Lam era originario de la reserva natural Yulu, ubicado en la Costa Caribe Norte, desde ahí ayudaba a su pueblo a escapar de las atrocidades de la guerra.
Lam, también participó en el tratado de “Misurasata”, que significa “Miskitus, Sumos, Ramas, Sandinista Asla Takanka”, el cual se realizó en el triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979, para demandar que se reconociera un territorio y una autonomía política a los pueblos indígenas.
Recuperar sus derechos usurpados
Hendy, quien conoció a Lam en 2003, recuerda que su principal sueño era recuperar “los derechos usurpados por el Estado de Nicaragua”, lo que se convirtió en una gran inspiración para su gente.
“Otis Lam, fue para mi y para muchos una inspiración a soñar que nosotros, los miskitos, tenemos todavía la oportunidad de pensar, de creer que tenemos posibilidades de ver los derechos que fueron usurpados y quitados por el Estado Nicaragüense; a como lo fue en el caso de Honduras, donde se repartieron la antigua Moskitia, parte para Costa Rica, parte a Colombia. El nos dio el sueño de pensar, de soñar de que tenemos la esperanza de algún día ver una Moskitia de líderes propios, donde nosotros podamos escoger a nuestros líderes según las costumbres ancestrales”.
En 1985, según Hendy, Otis Lam fue elegido jefe del Consejo de Ancianos en una organización que se fundó en Honduras bajo el Consejo Ancestral y que luego pasó a Nicaragua. Durante muchos años fungió como presidente, después fue reconocido por el mismo grupo del Consejo de Ancianos e Indígenas con el honor máximo de Anciano Mayor. “Su palabra era absoluta”.
Hendy, con mucho orgullo resaltó que gozó del cariño, aprecio y confianza de Lam hasta sus últimos días de vida. “En sus últimos días mandó a su hija para que hablara conmigo, dos días antes de su muerte logró comunicarse conmigo. Para mi fue una persona muy importante, una figura de padre, inspiración. Yo pienso que para nosotros los pueblos indígenas como Miskito, en especial; rama y los Sumos Mayagnas, Otis Lam es un patriarca de la Moskitia. Eso va a significar para nosotros. Para los sandinistas Sandino, para nosotros Otis Lam”.
Legado en la juventud
De igual manera, Otis Lam marcó la vida de los jóvenes y les dio la misma esperanza de recuperar su territorio y no desistir de su lucha.
Presly Coleman, miembro del Movimiento Juvenil Indígena de la Moskitia – Mark Rivas (Mojimm) recuerda a Otis Lam, como un hombre con mucho valor que peleó para restaurar el gobierno de la nación Moskitia.
“El Anciano Mayor, era un hombre de valor y con mucha confianza en sí. Peleaba para restaurar la nación Moskitia que por muchos años se le han violentado sus derechos, tras años se les viene quitando esa parte de administración que como nación nosotros debemos de administrar nuestros propios recursos y riquezas; pero hoy, el gobierno ha venido a dividir esa fuerza hacia los pueblos indígenas”.
Para Coleman, Otis es la imagen de lucha y cómo jóvenes defensores y activistas se han comprometido con seguir su legado, no quedarse callados.
“Nosotros también no nos vamos a dejar de brazos cruzados de lo que este gobierno viene haciendo hacia la nación Moskitia. Nunca dio respuesta y don Otis, el Anciano Mayor, denunció a nivel internacional de la falta de respuesta del gobierno”.
Es así como el pueblo indígena recordará siempre a Otis Lam, ya que la lucha por los territorios y los derechos de la nación Moskitia se ha heredado a varias generaciones, quienes han tratado de defender y mantener su cultura, los recursos, los legados de sus ancestros y hasta preservar su vida ante las concesiones de tierras indígenas que se han entregado a los colonos.
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