ArtesAna, bisutería azul y blanco que resiste al desempleo y la represión estatal
La fundadora de ArtesAna también es integrante del Colectivo de Artesanos de la Unión de Presos Políticos de Nicaragua que a través de ferias obtenían ingresos hasta que fueron bloqueados por el asedio policial
Reinventarse era una virtud de pocos hace algunos años; sin embargo, la falta de oportunidades, la recesión económica, una pandemia y la represión estatal han empujado a muchos nicaragüenses a emprender para generar ingresos y sobrevivir, tal es el caso de la catedrática Ana Cecilia Hooker, quien ante la inseguridad ciudadana en Nicaragua y el asedio estatal tomó la decisión de iniciar su propio negocio, el cual fundó con su liquidación y que tuvo mucha aceptación bajo en nombre de “ArtesAna”.
ArtesAna surgió con poca información y falta de estrategias comerciales que en sus inicios provocarob que los ingresos no fueran suficientes para poder subsistir o comprar más materiales.
“Yo no sabía poner precio, yo estaba acostumbrada a regalar; entonces no podía poner precio, vendía todo súper barato, vendía bastante pero siempre me quedaba sin dinero. Me fui comiendo los ahorros de la liquidación comprando materiales. Decidí formar la empresa y sin mayores conocimientos, ni mayor conciencia, ni estrategia, ni sabía cómo iba a ser; lo único que tenía claro es que mis cosas le gustaban a la gente”.
El sueño de Hooker siempre fue tener su propio taller y buenas herramientas para ofrecerle más artículos de bisutería a sus clientas. Casi todo el 2018 lo destinó a desarrollar su marca, crear un logo y organizar los precios acordes a su calidad; sin embargo, el 19 de noviembre de ese año fue secuestrada en el departamento de Madriz por la sancionada Policía Nacional; permaneció 121 días en una celda de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) “El Chipote” en Managua, sin ser procesada.
Antes de ser secuestrada, militantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) acosaban a su familia y a las personas que llegaban a su vivienda a comprar sus productos. Esto provocó la pérdida de gran parte de su clientela, pues empezaron a circular fotos de las personas que adquirían las creaciones de ArtesAna.
Haberla privado de su libertad no le restó las ganas de seguir con su negocio, es más, se volvió una oportunidad para crear y poner todo su esfuerzo en su emprendimiento. Es ahí donde nace la idea de “las ferias azul y blanco”, las cuales se desarrollaron en varios municipios del país pese al asedio de paramilitares y policías. Con estas actividades, Hooker logró generar ingresos en su hogar, cuyas todas responsabilidades asume como madre soltera de su hija, quien en ese momento tenía quince años.
Colectivo de artesanos
Al ver su gran dificultad para administrar adecuadamente su negocio, decidió en conjunto con los expresos políticos buscar asesoramiento y talleres con expertos en el tema, los cuales se mostraron dispuestos e interesados en apoyar a las personas que estaban emprendiendo; de igual manera, buscó otras alternativas como tutoriales, libros y revistas sobre administración de negocios.
“Entonces empecé a revisar qué era lo que estaba haciendo mal y tratar de compartir con los amigos, hasta que unos meses después de formada la UPPN (Unión de Presos Políticos de Nicaragua) conformamos el Colectivo de Artesanos UPPN y logramos montar la primera feria. Ahí nos dimos un levantón casi todos”.
Luego de que Hooker ya había entendido algunos conceptos y principios básicos para mantener en pie su negocio recibe otro golpe del Estado, pues los grupos armados y policías que los asediaban los bloquearon en tres ferias y las pérdidas fueron grandes.
“Fue horrible porque nosotros en la feria nos habíamos estabilizados, ya teníamos un ingreso semanal porque esa feria era una venta segura, porque la población apoyaba rotundamente. No solo nos compraban, sino que nos apoyaban con toldos, sonido y refrigerios. Íbamos creciendo como colectivos de artesanos”.
Ante el asedio, la catedrática y opositora al régimen de Ortega y Murillo, desde entonces toma medidas para comprar sus productos; ya que tiene miedo de que la policía o algún simpatizante le hagan daño por conseguir materiales azul y blanco. Es por eso por lo que un día compra una parte y al siguiente adquiere lo que le faltó.
A casi tres años de su fundación, Hooker creadora de “ArtesAna” ofrece una diversidad de productos para hombres y mujeres, además, de bisutería azul y blanco, la cual se realiza solo por encargo. Desarrolla talleres para personas que deseen aprender manualidades a cómodos precios. También, espera que a pesar de las barreras se posicione su marca para mostrar sus creaciones “más fuertes”.
Retos tecnológicos
Otro detalle que ha afectado a las empresarias es la pandemia, la cual se ha convertido en un reto para algunas, porque muchas tuvieron que cerrar y seguir solo en las plataformas de internet para no perder sus empresas.
Miriam Zepeda, integrante de la junta directiva de la Red de Empresarias de Nicaragua (REN) y dueña de Transporte Zepeda destacó que la mayoría de sus integrantes son mujeres mayores a quienes les costó mucho migrar a lo digital, pero que al final lo lograron.
“Han venido reinventándose, han venido adaptándose a ese cambio que ha sido radical. No fue que poquito a poco nos fuimos digitalizando, al contrario, fue sí o sí por el tema de la pandemia. Fue un reto llevarlas”.
Asimismo, la empresaria manifestó que no solo a la pandemia se han enfrentado, sino a no poder contar con los insumos suficientes para reinventarse y sacar sus negocios a flote, ya que la mayoría de sus socias no tiene acceso a los “capitales semillas” o créditos bancarios.
En 2019 REN destacó que el 30% de los negocios en Nicaragua son administrados por mujeres y aportaban un 85% de empleo, lo que representaba en 40% al PIB (Producto Interno Bruto).
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