Indígenas y reservas naturales golpeados seriamente por Iota
En el Caribe Norte de Nicaragua, los territorios indígenas y las reservas naturales no pudieron evitar los embates del ciclón Iota, que dejó una estela de destrucción y muerte a su paso
Unas 249 comunidades indígenas de la zona norte de Nicaragua fueron afectadas directamente por el paso del huracán Iota, al igual que las reservas naturales donde en su mayoría, habitan.
Según un estudio realizado por la organización ambiental, Fundación del Río, se estima que unas 147,459 personas que habitaban en estos territorios, fueron afectadas.
Los territorios indígenas impactados por Iota estarían clasificados en 6 territorios de la etnia Mayangna, 11 territorios de la etnia Miskitu y 3 territorios conformados por ambas etnias, se lee en el informe.
Estos territorios estarían ubicados geográficamente entre la Región Autónoma del Caribe Norte y los departamentos de Jinotega y Matagalpa.
En estos lugares el impacto del huracán Iota y su antecesor, Eta, fue “catastrófico”, según catalogaron autoridades, debido a la intensidad de los vientos y las fuertes lluvias que provocaron.
Impactos dejados por Iota
Según el informe presentado por Fundación del Río los impactos que están enfrentando las comunidades indígenas del norte de Nicaragua están asociados a la crecida y desborde de ríos por las intensidades de las lluvias.
También a los fuertes vientos que están generando daños en
vivienda y suministros eléctricos, el cierre de vías de comunicación (ríos, carreteras y caminos) y en sistemas de comunicación (telefonía).
De igual manera las marejadas ciclónicas en zonas costeras (que arrastran infraestructuras) afectan su subsistencia y el deslizamientos de tierra producto de la saturación de humedad en los suelos pone en peligro su vida.
La perdida de cultivos y áreas de producción vulnera su seguridad alimentaria, igualmente la tumba de la cubierta forestal.
Bosques y selvas seriamente afectados
En total, unas 17 áreas protegidas fueron impactadas directamente por el paso del huracán Iota por el país.
Esto incluiría a 15 Reservas Naturales (incluyendo la mayor parte de la Reserva de Biosfera de Bosawas), 1 Parque Nacional, 1 Reserva Biológica Marina.
Esto representa el 23% del total de las áreas protegidas y unas 905,031 hectáreas de impacto, lo que representa el 29% de la superficie de las áreas protegidas del país, refiere el informe.
El impacto del huracán Iota sobre estos ecosistemas, predominantemente montañoso y selvático, se reflejaría principalmente en desprendimientos de ramas y derribo de árboles por los fuertes vientos.
Deslizamientos de tierra y vegetación en pisos altitudinales, arrastre de ecosistemas ribereños por crecida de ríos e inundaciones, perdida y alteración de habitats de especies.
Muerte de fauna acuática por poca oxigenación y arrastre de sedimentación en ríos, alteración de ciclos de floración y perdida de frutos que sirven de alimentación a la fauna, y la movilización de fauna hacia otras zonas no impactadas.
El huracán Iota, ahora convertido en depresión tropical con dirección a El Salvador, tocó suelo nicaragüense como un potente huracán categoría 5, con vientos sostenidos de 250 km/h.
Al igual que su antecesor, Eta, dejó en su paso por Centroamérica, una estela de muerte y destrucción, siendo los países más afectados Nicaragua, Honduras y Guatemala.
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