Silencio profundo encubre desastre provocado por Iota a su paso por Bilwi
“No hemos visto videos ni fotos de Bilwi ni Halouver, pero imaginamos esas casas desbaratadas, esos bosques aplastados a ras del suelo, Bosawás afectado como si hubiera pasado una motosierra gigante”.

Por Guillermo Cortés Domínguez
Lo que menos hay en este momento es información precisa, solo retazos provenientes de la mayor parte del país y un silencio profundo acerca del Caribe Norte, pero las evidencias son abrumadoras en el sentido de que estamos viviendo una catástrofe de gigantescas proporciones cuyo saldo total solo sabremos en días o semanas y que incluirá pérdidas de vidas y de cientos de millones de dólares en pérdidas materiales.
Esta es una estocada a Nicaragua en general y en particular a los más pobres, que son la mayoría. Esto nos afecta a todos, incluso a los grandes empresarios, nadie está salvo de los efectos demoledores del huracán “Iota”, cuyo camino destructivo fue preparado por “Eta”, que le dejó la mesa servida para esta tragedia de grandes magnitudes.
Hemos visto imágenes de ríos agigantados de aguas embravecidas llevándose todo a su paso, de laderas de montañas desplomándose como si fueran cajitas de fósforos, de ciudades anegadas, de enormes árboles caídos no tanto por la fuerza de los vientos como por la vulnerabilidad del suelo que los acogía saturado de tanta agua, vehículos llevados por las corrientes, pavimento destruido por los golpes sostenidos de las aguas, puentes destrozados, árboles deteniendo el paso de vehículos en las carreteras, etcétera.
No hemos visto videos ni fotos de Bilwi ni Halouver, pero imaginamos esas casas desbaratadas, esos bosques aplastados a ras del suelo, Bosawás afectado como si hubiera pasado una motosierra gigante.
Nuestro país está siendo golpeado de una manera inmisericorde, estamos contra las cuerdas sin poder defendernos recibiendo los golpes de un adversario de una fuerza devastadora. Es Sísifo viendo la piedra rodar a la base de la montaña después de haberla tenido un poco arriba.
¿Cuándo nos recuperaremos de esta herida profunda en el corazón de nuestra economía? ¿Cuándo saldremos de esta dictadura que multiplica varias veces los enormes problemas objetivos que tenemos? Podemos trabajar mucho y recibir mucha ayuda internacional, pero no nos enrumbaremos hacia la reconstrucción nacional y el desarrollo, sin un régimen de libertad y de derecho.
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