Familiares del preso político Justo Rodríguez denuncian permanencia involuntaria en hospital de su hermana Emérita

Según familiares, doña Emérita logró expresar que no quiere estar en el hospital y la única oportunidad que lograron comunicarme con ella vieron su cansancio, agotamiento, por lo que les preocupa su estado de salud

  • 10:51 pm
  • Sep 3, 2020
República 18

El 30 de agosto recién pasado el preso político Justo Rodríguez López, de 69 años de edad, originario de la Isla de Ometepe – Rivas, fue ingresado en el hospital capitalino Lenin Fonseca, desde entonces permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos, tras sufrir un derrame cerebral.

Tras la hospitalización del reo político, su hermana Emérita Rodríguez, se encuentra dentro del hospital, pero le impiden comunicarse con el resto de familiares y la tienen amenazada, asegura la abogada Yonarquí Martínez, quien este jueves se presento junto a familiares de Justo y Emérita al Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) para denunciar los malos tratos que recibe esta familia.

“La única oportunidad que pude comunicarme con Emérita fue el martes por la tarde y pude ver en su rostro cansancio, agotamiento y bien inflamados sus pies y eso es muy preocupante porque es una persona de la tercera edad, de 70 años. Ella padece de azúcar, presión alta”, dijo Walkiria Mora, familiar de los hermanos Rodríguez.

De acuerdo a Mora, doña Emérita logró expresar que no quiere estar en el hospital.

Por su parte Jazmina Rodríguez, hija de Emérita ruega que la dejen verla o ir a relevarla al hospital, ya que desconoce si está recibiendo los medicamentos para sus múltiples padecimientos crónicos.

La abogada Yonarquí Martínez, denunció que doña Emérita fue sometida a torturas psicológicas cuando fue requerida en el sistema penitenciario La Modelo

Martínez, manifestó que han tenido una única comunicación con Emérita Rodríguez y esto fue posible por el enlace a través de Cruz Roja Internacional y fue cuando la hermana de reo político les confirmó la hospitalización de don Justo y les puso en conocimiento de su grave estado de salud.

“En el centro hospitalario en todo momento han negado la presencia de doña Emérita dentro de las instalaciones, los familiares han ingresado a preguntar a información, inclusive se les extendió una tarjeta y posteriormente fue rota, argumentado que había una orden para que ellas no tuvieran la tarjeta de visitas”, denunció la abogada.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), recuerda que conforme al derecho internacional, el Estado debe proteger y garantizar la salud e integridad de las personas privadas de libertad.

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