Cardenal Brenes: “Persecución y calumnia no será el fin de la Iglesia Católica”
“Nos perseguirán, nos calumniarán, pero ese no es el fin, no será el fin”, dijo Brenes, en una misa a puertas cerradas en la Catedral Metropolitana de Managua.
El cardenal Leopoldo Brenes señaló que la persecución y la calumnia no será el fin de la Iglesia Católica, ya que varios templos han sido objeto de profanaciones en las últimas semanas, incluyendo un incendio parcial de la Catedral de Managua que calcinó la imagen de la Sangre de Cristo.
“Nos perseguirán, nos calumniarán, pero ese no es el fin, no será el fin”, dijo Brenes, en una misa a puertas cerradas en la Catedral Metropolitana de Managua, a causa de la pandemia del COVID-19, que fue transmitida por los medios de comunicación católicos.
La Iglesia Católica, incluido el papa Francisco, han expresado que el incendio que calcinó la histórica imagen de la Sangre de Cristo se trató de un “atentado” o “acto terrorista”.
Según la Policía, el incendio en la capilla fue ocasionado por el vapor de alcohol que salió de un pequeño atomizador de plástico, y que alcanzó una veladora.
Sin embargo, Brenes ha sostenido que la histórica imagen estaba en un ambiente seguro contra incendios, que él mismo prohibió las veladoras junto a esta, y que los testigos vieron a un hombre lanzar un objeto explosivo, antes de salir huyendo por el hueco que dejó el robo de una verja días antes.
El cardenal dijo perdonar a los agresores y además agregó que los últimos actos contra la Iglesia es una obra del mal. “El demonio anda suelto, decía mi abuelita, y quiere herir a la iglesia, quiere herir a los obispos, a los sacerdotes, a nuestras religiosas, a nuestros fieles, sin embargo, nada puede el demonio, porque Cristo está muy cerca de nosotros. La cruz ahí quedó clavada a pesar de los deseos de destruirla”, dijo.
Brenes también recordó que el incendio en la Catedral de Managua no es el único acto “salvaje y terrorista” contra la Iglesia Católica de Nicaragua en las últimas semanas, y mencionó acciones similares en otros cuatro templos, en la zona Pacífico del país.
“Hoy se podrán destruir muchas imágenes, se han visto en estos días la destrucción de muchas imágenes, pero quién podrá apartarnos del amor de Dios”, señaló.
Los ataques contra los templos católicos en Nicaragua se desató a mediados de julio pasado luego de que, a causa de la pandemia, la Arquidiócesis de Managua anunciara la suspensión de las fiestas en honor de Santo Domingo de Guzmán, las más populares del país, cuando instituciones del Gobierno, que promueven aglomeraciones, las daban por hecho.
Según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), en los últimos 20 meses la Iglesia Católica ha sufrido 24 ataques a sus templos, de los cuales responsabiliza a Ortega.