Santa Sede pide una investigación seria y Policía se adelanta descartando acción criminal en incendio
Mientras el Vaticano pedía una investigación seria, cuidadosa y transparente, la Policía se adelantó y concluyó que el incendio se debió a la presencia de vapores de alcohol

Mientras la iglesia católica, a través sus máximos líderes, incluido el Papá Francisco, han insistido en calificar como un “atentado” el incendio ocurrido en la capilla de la Sangre de Cristo en la Catedral Metropolitana de Managua, donde quedó calcinada la venerada imagen de más de 380 años de historia, este lunes la Policía Nacional determinó que el incendio “no fue intencional, descartándose acción criminal”.
El Comisionado general Jaime Antonio Vanegas, en conferencia a medios oficialistas dio a conocer un informe conclusivo sobre las investigaciones del siniestro en el templo católico ocurrido la mañana del viernes 31 de julio, el cual afirma “se produjo por una combinación de elementos físicos y químicos que incidieron en la plataforma donde se ubica” la venerada imagen.
El Comisionado Vanegas, manifestó que tras diversos peritajes se estableció que su origen se debió por diversos factores físicos y químicos, dado la presencia de vapores de alcohol, que se combinó con la llama de una veladora que era encendida todos los días a partir de las 7 de la mañana.
Además descartó que el incendio se haya originado por explosión, ya que no se encontró ningún artefacto explosivo industrial o artesanal, ni fragmentos de vidrio, metal o papel.
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Monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, nuncio apostólico en Nicaragua, en declaraciones a The Associated Press, dijo haber pedido “una investigación seria, cuidadosa y transparente” y que la Santa Sede esperaba que las autoridades competentes encargadas de la investigación hicieran su trabajo.
El nuncio calificó el incendio como “actos delincuenciales promovidos por el odio y la división, lamentablemente muy radicados en gran parte de la sociedad nicaragüense. A uno le da tristeza frente a las situaciones de este tipo y no se encuentran razones por los hechos ocurridos”.
El fin de semana los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua emitieron un comunicado rechazando el acto violento y extremista, “propio de un acto terrorista premeditado y planificado para ofender gravemente nuestra fe en Jesucristo Redentor y la propia historia e identidad nicaragüense”.
A este hecho se suman otras profanaciones y sacrilegios, cometidos en las últimas semanas, “en una serie de situaciones que pensamos, no son aisladas”, señalaron los obispos nicaragüenses.
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