Mujeres exacerbadas por la crisis sanitaria
La mujeres al asumir el cuido de la familia y las interminables “tareas domésticas”, suman cargas emocionales en medio de la pandemia, que además ha dado lugar a otras amenazas
Mientras el COVID-19 hace estragos en todo el mundo, a diferencia de Nicaragua, que el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha minimizado la pandemia, la mayoría de naciones han tomado medidas sin precedentes para contener la propagación del virus, intensificando las respuestas del sistema de salud y adoptando una serie de medidas y restricciones.
En esas respuestas, autoridades de las naciones del mundo no deben perder de vista la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas, que han sido exacerbadas por la crisis, alertó en abril la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El Secretario General de la ONU Antonio Guterrez, manifestó que a tiempo que pierden sus empleos remunerados, el trabajo de cuidados no remunerados de las mujeres ha aumentado de forma exponencial, debido al cierre de las escuelas y la mayor necesidad que tienen ahora las personas mayores, “esas tendencias se están conjugando como nunca antes para aplastar los derechos de las mujeres y negarles sus oportunidades”.
Hoy en día, la pandemia del coronavirus podría exigir un alto precio en términos de los medios de subsistencia de las mujeres.
Muchas se han quedado en casa y enfrentan serias dificultades para cumplir con las labores profesionales y de estudio, porque son las llamadas a asumir el cuido de la familia y las interminables “tareas domésticas”
Marellyn Somarriba, es una matagalpina a quien le invade la incertidumbre y angustia por no saber cuándo acabará esta pandemia.
“Hay un mayor desgaste físico y emocional debido a que la mayor parte de responsabilidades recaen sobre nosotras, podríamos hablar de que en algunos momentos hay depresión, estrés, angustia y ante esto con la incertidumbre de que no sabemos hasta que tiempo vamos a enfrentar este virus”.
A Marellyn, también le preocupa la crisis económica que puede poner el riesgo muchos trabajos y en su caso eso significa asumir la manutención de sus hijos o la responsabilidad de su casa y familia en su totalidad.
Pandemia y tensiones concurrentes incrementan el riesgo de violencia de género
La pandemia también ha dado lugar a amenazas que se extienden más allá del riesgo de infección.
Feministas y colectivos de mujeres han llamado a poner atención al grave problema de violencia de género, sobre todo en medio de la pandemia y que puede empeorar como resultado del confinamiento y el aumento de la agresividad por el estrés emocional y económico que se vive en la mayoría de los hogares.
Juanita Jiménez del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), señala que muchas mujeres están conviviendo con el agresor, lo que aumenta el riesgo de abuso doméstico y otras formas de violencia basada en el género.
“En la medida que las mujeres están más tiempo en sus hogares, eso las expone a la agudización de la violencia incluyendo el femicidio”, expresa Jiménez.
De acuerdo a la psicóloga Nohelia Corrales, las tensiones concurrentes afecta además la calidad de vida y salud de las mujeres, quienes en el caso de Nicaragua la preocupación y la ansiedad aumentan, debido a que la pandemia está sin control, sumado a la falta de confianza hacia el sistema de salud público. “Como las mujeres somos cuidadoras, estamos pendientes y cuidando de toda la familia y esa es otra carga emocional”, finaliza Corrales.
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